¤ El reloj hablará este martes con el trayecto de 34.4 kilómetros entre Trento y Rovereto.
El reloj de Rovereto y el tríptico de montaña del fin de semana terminarán de definir una 101 edición del Giro de Italia en la que el británico Simon Yates (Mitchelton) se ha convertido en la revelación con una sólida maglia rosa que defenderá a partir de este martes en contrarreloj, con 2:11 minutos de colchón sobre el holandés Tom Dumoulin, campeón del mundo de la especialidad.
Todo el mundo saca cuentas sobre las opciones de Yates en la crono y la posibilidad de que Dumoulin demuestre en su terreno sus grandes aptitudes, después de manifestarse inferior a su rival en las etapas de montaña.
El duelo de Yates con Dumoulin se ha mantenido en dos semanas y se prolongará hasta el sábado, cuando en la cima de Cervinia ya se sepa quién es el rey del Giro 2018.
Aunque ahí no se acabará el Giro, pues restarán tres etapas exigentes de montaña. Quien tome la delantera tendrá mucho ganado. Por la maglia rosa y por el podio, pues el italiano Pozzovivo y el francés Pinot, tercero y cuarto en la general, están separados por 9 segundos y ambos quieren terminar en el podio de Roma.
Del resto de candidatos, el colombiano Miguel Ángel López es quinto a 4:27, el ecuatoriano del Movistar Richard Carapaz sexto a 4:47 y el británico Chris Froome, el a priori gran favorito, aún tendrá la opción de sacar un resultado en la crono que le permita merodear los puestos del podio, si bien sus vaivenes ponen en duda esa posibilidad del cuádruple ganador del Tour de Francia.
Queda terreno complicado
La última y decisiva semana tendrá menos finales explosivos que otros años, pero tiene citas que pueden cambiar aún un decorado en el que Yates se ha mostrado superior en montaña, con demostraciones que le han otorgado ya tres triunfos de etapa.
El jueves llega una etapa que puede resultar traicionera con el ascenso a Prato Nevoso (1.607 metros), una jornada propicia para emboscadas.
Un día después otro plato fuerte con la Cima Coppi de la 101 edición del Giro, el Colle delle Finestre, aunque luego espera Sestrière (2.178 metros) y, tras una bajada interminable, la ascensión final a Bardonecchia.
Para finalizar los escenarios exigentes llegarán el sábado 3 puertos que pueden deparar sorpresas: Tsecore, Sant Panteleon y la meta en Cervinia (2.000 metros). Última oportunidad para los aspirantes a la maglia rosa y al podio.
Al finalizar esta etapa el pelotón se trasladará a Roma para el fin de fiesta con una etapa en línea de 118 kilómetros que coronará al heredero de Dumoulin, o al propio Dumoulin por segunda vez.