Héroe de la Roja en Sudáfrica-2010, Andrés Iniesta volvió a lucirse el lunes ante Marruecos en el Mundial de Rusia, donde pasa una nueva página en su carrera con su última gran cita, tras cerrar su recorrido en el club de su vida, el Barcelona.
“Sí, es especial porque será mi último Mundial y eso lo hace más especial, pero no tengo en mi cabeza que sea el último sino el afrontarlo como el primero y como un reto muy grande”, afirmaba el centrocampista de la ‘Roja’ poco antes de acudir a Rusia.
“Venimos de dos decepciones y ojalá nos deje otro sabor”, añadía en referencia a la prematura eliminación en la fase de grupos en Brasil-2014 y la caída en octavos de la Eurocopa-2016.
“Siempre sueñas con lo máximo y yo sueño con volver a ser campeones del mundo, aunque sabemos que es una tarea muy complicada”, insistía la pasada semana antes de enfrentarse a Irán.
El autor del gol que dio el Mundial de 2010 a España quiere despedirse a lo grande de su última gran competición, tras haber cerrado al final de la temporada pasada su periplo de 22 años en el FC Barcelona.
‘Jugador vigente’
A sus 34 años, Iniesta pondrá rumbo al Vissel Kobe japonés después de poner punto y final a su etapa barcelonista porque “no podría dar lo mejor” física y mentalmente al club azulgrana en un futuro cercano.
Un justificación que no impidió que el recientemente destituido seleccionador español, Julen Lopetegui, contara con él para defender los colores nacionales.
“Andrés es un jugador absolutamente vigente”, aseguraba Lopetegui, que tuvo claro desde el principio que sería un fijo en los 23 mundialistas.
Y el centrocampista está respondiendo en Rusia, donde con sus destellos de calidad, se ha convertido, junto a su teórico sucesor, Isco, en el guardián de la esencia de la ‘Roja’.
Fans de Andrés Iniesta en las gradas del estadio Kaliningrado de la ciudad rusa del mismo nombre en el partido entre España y Marruecos, dentro del Grupo B de la Copa del Mundo© AFP