Lewis Hamilton la consideró como una “bendición”. La lluvia apareció al rescate del piloto británico de Mercedes para que este sábado lograra la pole position en el Gran Premio de Hungría, una semana después de su sorprendente victoria en Alemania con las mismas condiciones.
El líder del campeonato del mundo de F1, con 17 puntos de ventaja respecto a Sebastian Vettel, saldrá el domingo desde primera línea por delante de su compañero de equipo, el finlandés Valtteri Bottas.
Los Ferrari del otro finlandés Kimi Räikkönen y del alemán Sebastian Vettel, más rápidos sobre el asfalto seco y en el calor abrumador de los ensayos libres, ocuparán la segunda línea.
“Esto no se podía esperar” en un trazado tortuoso, una característica que no favorece demasiado a los Mercedes, comentó el inglés, ganador en Hockenheim partiendo desde la 14ª posición en la parrilla.
“Los otros (Ferrari y Red Bull) fueron más rápidos que nosotros durante los ensayos y después el cielo se ha abierto, lo que ha puesto las cosas a cero”, continuó tras una exitosa última vuelta, que le permitió superar a Bottas en 260 milésimas y a Räikkönen en 528.