* Tanto Aldair Quintana de Bucaramanga, como Chipi Chipi Castillo para Nacional evitaron que la finalísima no tuviese sentencia en Medellín.
REDACCIÓN
Una noche de grandes retos, pero loables respuestas de los arqueros impidieron que la finalísima de la Superliga no se definiera de un todo en la ciudad de Medellín. Con mucho ahínco empezó Nacional su andar en la contienda, pero se encontró no sólo con la buena respuesta de los hombres del fondo, sino un gol de camerino convertido al minuto 2 por Fabry Castro.
El tanto del cuadro Leopardo se gestó tras un tiro libre de costado, el mediocampista aprovechó un descuido tanto de la defensa de Nacional como de su arquero, David Ospina, para desequilibrar el marcador.
Después del gol, Nacional también perdió a Ospina. En la anotación de los visitantes, el portero se vio afectado y tuvo que ser sustituido por un problema muscular. Lo reemplazó Chipi Chipi Castillo.
Una entrada fuerte de Fredy Hinestroza sobre Castro llevó a que los visitantes se quedaran con un hombre menos, y este hecho reflejó mayor entereza del local que se abalanzó a predios de Quintana, pero en su momento su felina respuesta suscitaba tranquilidad en el banco del búcaro.
En el segundo tiempo, Nacional fue superior a Bucaramanga por tener un hombre de más en el terreno de juego. Se acercó al arco de Aldair Quintana, pero se encontró con un arquero inmenso que salvó a su equipo.
Al minuto 60, los locales consiguieron la igualdad por medio de Dairon Asprilla que aprovechó un centro por izquierda para vencer a Quintana.
Sobre el final se intensificó la llegada del verde, pero la respuesta de Aldair Quintana fue mejor, hasta el punto que terminó con molestias físicas al chocarse en reiteradas ocasiones con los atacantes verdolagas.
La serie comenzó en el estadio Atanasio Girardot y terminará el próximo 6 de febrero en el estadio Américo Montanini de Bucaramanga.