Home Opinion En la ‘B’, pero sigue vivo el fútbol del Magdalena

En la ‘B’, pero sigue vivo el fútbol del Magdalena

por Tayrona Sports

* En nada se parece el hoy del futbolista magdalenense al presente que vive y sufre el equipo bananero. /Opinión.

Pese a que el equipo de la tierra peleará como ‘gato boca arriba’ en el 2024 en la categoría B del balompié nacional; muchos de esos jugadores nacidos en Santa Marta y el Magdalena hoy llegan como auténticos refuerzos a clubes de valía en Colombia.

Y es que en nada se parece el hoy del futbolista magdalenense al presente que vive y sufre el equipo bananero. La desorganización y poca visión directiva a través de muchos años han llevado incluso a la saturación de hinchas, que ya empiezan a prestarle más atención a sus coterráneos que militan en la Liga, que al propio desarrollo que tenga el Unión en un torneo de la B poco atractivo.

El ejemplo más claro de la evolución que ha tenido el futbolista samario y en general magdalenense en el contexto nacional e incluso internacional lo pone en evidencia el club Junior de Barranquilla, que cuenta en su haber con 8 jugadores de su nómina de 31 jugadores (Juan Acosta, Gabriel Fuentes, Jermein Peña, Fabián Cantillo, Carlos Cantillo, Víctor Cantillo, Diego Mendoza y Roberto Hinojosa), sin meter el concurso del técnico Arturo Reyes, también samario.

Lo anterior, sin contar el cúmulo de futbolistas aficionados de esta zona del caribe colombiano, que se forjan en la Liga del Atlántico, y que mucho de ellos son clasificados y valorados por veedores, que visitan sus municipios o veredas de origen para empezar a hilvanar una mejor perspectiva de vida, a través del deporte.

Resulta increíble, pero del 100% de los jugadores que ‘brotan’ del Magdalena, sólo el 6% es mirado por el Unión; de ahí razones de fundamento para sintetizar el hecho que jugadores como Víctor Cantillo, Wilfrido De La Rosa y Josen Escobar entre otros no hayan tenido transito por el equipo bananero.

El llamado respetuosamente es a ser coherente con los procesos. Sí en el 2024 con todo y el ‘trago amargo’ que suscita el descenso se piensa en darle cabida al jugador del patio, tiene que ser con el criterio adecuado, más por convicción y teniendo en cuenta procedimientos como: inversión en la parte logística, con un personal apto para el acompañamiento de los procesos de cada deportista (desde el que cocina, hasta un psicólogo, veedurías éticas en los municipios, en fin todo un cambio que proyecte credibilidad, esa misma que se ha ido al cuarto de san alejo, por pensar primero en el bien personal por encima del grupal.

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