Daniel Felipe Martínez Poveda, a sus 22 años, es una de las esperanzas del ciclismo colombiano para el futuro, junto a Egan Bernal, nueve meses menor.
Y Martínez Poveda acepta el desafío de ser uno de los líderes de una generación prometedora.
“Mi objetivo es el Tour. Es sin duda la carrera que más me interesa. Llegar a ganarlo sería lo más importante que haría en mi vida. Sueño con el maillot amarillo. Nos hacemos con los sueños y trabajaremos y entrenaremos para esto”, explica en conversación con la AFP.
El pasado lunes, durante la jornada de descanso del Tour, Nairo Quintana, el mejor ciclista colombiano de la actualidad afirmó que se puede confiar en Bernal y Martínez Poveda de cara al futuro.
“Creo que llevo un buen proceso. Llevo cuatro años de profesional y seguimos creciendo día a día. Todos los días se aprende y se va creciendo personalmente y físicamente”, responde Martínez Poveda, agradeciendo las palabras de Quintana.
“Pero no solo estamos nosotros dos. En Colombia hay mucho talento, vienen jóvenes, como se vio en el Giro Sub-23, donde los colombianos también estaban yendo muy bien. Nuestro país es sin duda una muy buena cantera para el ciclismo mundial”, añade.
Martínez Poveda vino a este Tour de Francia de 2018 con la misión de ayudar a su compatriota Rigoberto Urán en el equipo EF Drapac, pero su líder se retiró de la carrera tras la undécima etapa.
– Ayudar a Urán –
“Mi objetivo en este Tour era ayudar a Rigoberto. Ahora la situación ha cambiado un poco. Vamos a intentar buscar una victoria parcial partiendo desde lejos o como venga. Ese es el objetivo en los días que quedan”, explica.
Esa misión de escudero de su compatriota no le permitió tal vez mejorar en la general, y ahora, clasificado más allá del trigésimo puesto, seguirá batallando en busca de una etapa.
Cuando tenía 19 años se vino a Europa, al equipo italiano Southest, que después pasaría a llamarse equipo Wilier Triestina, donde ha estado hasta este año, para pasar a la formación estadounidense EF Drapac.
Con los norteamericanos ha sido tercero en la Vuelta a California y séptimo en la Volta a Cataluña esta temporada.
Daniel Martínez empieza a recoger los frutos de un deporte por el que al principio no se decidió, ya que quería ser futbolista, a poder ser el Atlético Nacional, del que es hincha.
“Fue mi hermano el que me metió en este deporte. A mí antes me gustaba el fútbol. Y del fútbol salté al ciclismo. Todo empezó cuando mi hermano me regaló una vieja bicicleta, de hierro, sin frenos, sin cambios. Salí a montar y me gustó”, señala el ciclista.
El entusiasmo por el fútbol ya no es tanto como cuando era un adolescente.
“Soy del Atlético Nacional, pero ahora si ganan o pierden ya no me afecta tanto como antes”, explica el ciclista de Soacha.
A sus 22 años, ha afrontado su primera participación en el Tour. Y llegarán otras, probablemente sin ser gregario, como esta vez lo era de Urán, igual que Egan Bernal lo ha sido en el Sky de Geraint Thomas y Chris Froome.
Y en ese momento buscará su objetivo, que es ganar un día el Tour. Y lo dice alto y claro.