In extremis: así salvó la Seleçao el durísimo cruce contra Costa Rica 2-0 en San Petersburgo gracias a un gol de Philippe Coutinho y otro de Neymar Júnior en el descuento, que dejaron a los ticos fuera del Mundial tras aguantar durante 90 minutos el asedio de una Canarinha que no encontraba el camino.
Sujetada por un sólido Keylor Navas, la ‘Sele’ había soportado estoicamente el acoso de Brasil especialmente durante una segunda mitad en la que disparó toda su pólvora, pero sin apenas fortuna.
Hasta que ya en el minuto 90+1 apareció de nuevo Coutinho al rescate para poner el 1-0, desatando el delirio en el tensísimo banco de la Canarinha, que ya se veía abocada a otra crisis profunda.
Sacado ese enorme peso de encima, Neymar pondría después el 2-0 en el 90+7 para coronar un partido en el que se le volvió a ver nervioso y acabó llorando en el gramado.
“Toda individualidad aparece si el conjunto está fuerte, es inhumano colocar toda la responsabilidad en un deportista”, le defendió Tite tras el encuentro.
“Neymar estuvo tres meses y medio parado y el anterior partido fue el primero. Es un ser humano, precisa tiempo para retomar un nivel alto”, añadió.
Se jugaba la vida Costa Rica en San Petersburgo y la paz un Brasil donde a la extraña calma de la era Tite se le agotaba el crédito.
El premio a la insistencia brasileña solo llegaría en el descuento gracias al disparo de Coutinho y, ya con el partido languideciendo, con la reivindicación de Neymar, que coronó en solitario un contraataque a pase de Douglas Costa.
Y, tras el estrés, acabó llorando en el campo: no era para menos, a Brasil le volvió a pasar de cerca un fracaso que se ceba ahora con Costa Rica, eliminada tras su histórica campaña en 2014.