* Pasividad en la elaboración y los cambios demasiados tardíos fueron determinantes para la eliminación del conjunto barranquillero.
AMBATO
Más ‘papaya’… jamás. Junior de Barranquilla perdió la oportunidad de acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores de América, luego de empatar sin goles ante el último de la tabla, Independiente Santa Fe. Resultado que al final le dio el tiquete a River Plate, que en su casa no pudo con Fluminense y terminó cayendo 1-2.
Sin mucho acierto en la elaboración, y en ocasiones hasta muy pasivos, los rojiblancos ‘despedazaron’ con su fútbol la ilusión de su hinchada, y se conformaron al final con el paso a Copa Sudamericana.
Curiosamente el único que se le vio entrega y amor por la institución ante la debacle fue el cancerbero uruguayo Sebastián Viera, que al final quiso imprimirle dinámica desde su predio, pero la poca efectividad de los hombres de arriba acabó con condenar la posibilidad.
Ni que hablar del técnico Amaranto Perea, que otra vez incurrió en el letargo, al hacer los cambios demasiado tarde, incluso el de Carmelo Valencia, quien lo metió en la pelea por la Copa al marcarle gol a Fluminense, pero el premio que le dio ante los cardenales fue meterlo en el ocaso del juego, apenas 8 minutos.
Junior terminó el grupo tercero con 7 puntos y esperará al sorteo de los octavos de final de la Copa Sudamericana; mientras que Fluminense accedió como líder con 11 unidades; River Plate fue segundo con 9 puntos y Santa Fe colero con 3.