El australiano Richie Porte (BMC) defenderá su título en la Vuelta a Romandía, en la que también aspira a ganar otro antiguo vencedor, el esloveno Simon Spilak, en una carrera que empieza el martes y que, como de costumbre, está protagonizada por la montaña.
Tras un prólogo en Friburgo (4,02 km) y dos etapas en las que los ciclistas atravesarán el Jura suizo, una cronoescalada entre Ollon y Villars de 9,9 kilómetros empezará a establecer diferencias.
“Conozco este ascenso, lo habíamos hecho el año pasado en la Vuelta a Suiza”, explicó el suizo Mathias Frank. “Espero que la meteo nos deje tranquilos, al contrario que los otros años”, dijo, en referencia a la nieve que sufrieron en la pasada edición.
Con la ausencia de Chris Froome, que se prepara para el Giro, o del francés Thibaut Pinot, segundo en 2016 y que acaba de ganar el Tour de Los Alpes, los otros favoritos serán Primoz Roglic (Lotto NL), ganador este año en el País Vasco, Geraint Thomas (Sky) y Rui Costa (Emirats).
El suizo Michael Albasini (Mitchelton), que tiene siete victorias de etapa en la prueba, intentará igualar a sus compatriotas Hugo Koblet y Ferdi Kübler (8 etapas en los años 50), aunque lejos del récord que ostenta el esprinter italiano Mario Cipollini (12).