El Real Madrid celebró un título europeo con sus aficionados por tercer año consecutivo. Real llegó a casa el domingo con el trofeo de la Liga de Campeones y desfiló por las calles de la capital española ante miles de espectadores que salieron a celebrar un nuevo título.
Real volvió a España después de obtener su 13er título de la Liga de Campeones con un triunfo 3-1 sobre el Liverpool el sábado en Kiev.
Jugadores y miembros del equipo participaron en una ceremonia en una catedral local. Después se reunieron con el alcalde de la ciudad y el presidente de la Comunidad antes de dirigirse a los aficionados desde una terraza en la Puerta del Sol, uno de los principales sitios de Madrid.
“Se está convirtiendo en una rutina. Ojalá nos dure muchos años”, dijo el capitán Sergio Ramos.
Cristiano Ronaldo, quien insinuó después del partido que podría salir del equipo, escuchó a los aficionados pedirle que permanezca en el Real.
“Gracias por estar aquí”, dijo el portugués a los aficionados. “Es un momento inolvidable. Hicimos historia”.
El equipo posteriormente subió a un autobús sin techo y desfiló con el trofeo hasta que llegó al lugar donde se acostumbra festejar los triunfos del cuadro merengue, la Plaza de la Cibeles, en donde los seguidores tenían horas esperando a los campeones.
Los jugadores se unieron a los aficionados con cantos de “Campeones, Campeones”, y “Somos los Reyes de Europa”. Ramos y Marcelo cargaron el trofeo por un puente instalado sobre la fuente de la plaza y envolvieron a la estatua de la diosa Cibele con una bandera española que llevaba el nombre de Marcelo. Ramos también le colgó una bufanda del equipo, lo que generó una ovación de los presentes mientras se entonaba la canción “We Are The Champions”.