El campeón del mundo de 100 metros, el estadounidense Justin Gatlin, fue humillado en esa distancia en la segunda prueba de la Liga de Diamante, este sábado en Shanghái, con su séptima plaza, en una jornada en que el francés Renaud Lavillenie se impuso en garrocha.
La prueba de 100 metros, que debía constituir el gran momento de la noche, dio una gran sorpresa con la dura derrota de Gatlin y el triunfo sorprendente del británico Reece Prescod (10.04 segundos), delante de los chinos Su Bingtian (10.05), plata en el Mundial en sala, y Zhenye Xie (10.17).
El veterano Gatlin (36 años), que acaba de anunciar su intención de seguir hasta los Juegos Olímpicos de Tokio-2020, decepcionó con su séptimo puesto (10.20), muy lejos del tiempo realizado en su primera prueba de la temporada (10.05), el 21 de abril en Saint Georges (Granada).
“Me quedé clavado en la salida y tenía demasiada desventaja a recuperar después”, explicó el estadounidense.
Tras dar positivo dos veces durante su carrera, cortó la relación con su entrenador, Dennis Mitchell, antes del inicio de la temporada, después de que a éste, víctima de una trampa de periodistas del Telegraph, le propusieron productos dopantes.
El canadiense Andre De Grasse (23 años), triple medallista en los Juegos de Rio en 2016 y durante un tiempo considerado como el posible sucesor del legendario Usain Bolt, se dio cuenta, con su octavo puesto (10.25), del largo recorrido que le queda para volver a su mejor nivel, tras nueve meses de ausencia por lesión.
Miller-Uibo sorprende a Schippers
Sin saltar muy alto (5,81 m), Renaud Lavillenie, vencedor del Mundial en sala en marzo y poseedor de la mejor marca del año con 5,95 m, confirmó por su parte su regreso al primer plano tras un año 2017 delicado, marcado por lesiones.
La lluvia le impidió sin duda subir más alto, pero el plusmarquista mundial (6,16 m) probó que sigue siendo el patrón de su disciplina, cuando su gran rival estadounidense Sam Kendricks, actual campeón del mundo, pero víctima de elección de material inadecuado, falló totalmente en China, quedándose en 5,46 metros, tras tres intentos fallidos sobre 5,61.
“Estoy muy feliz”, lanzó el francés. “No fue una jornada fácil, las condiciones eran difíciles. Hay todavía un margen de progresión y he tomado solo 16 pasos de impulso en lugar de 20, pero lo esencial es que ya no tengo problemas físicos, contrariamente al año pasado. Estoy contento de ganar de nuevo en la Liga de Diamante. La última vez fue en 2016, hacía tiempo”, añadió.
En ausencia de Wayde Van Niekerk, que sigue lesionado, la prueba de 400 metros parece propiedad de Steven Gardiner, de Bahamas (43.99), ocho días después de su victoria en Doha. El jamaicano Omar McLeod tampoco tiene rival en 110 metros vallas (13.16, mejor crono de 2018 igualado).
En categoría femenina, Shaunae Miller-Uibo (22.06), de Bahamas, sorprendió en 200 metros a la campeona del mundo holandesa Daphne Schippers (22.34).
No hubo sorpresa en cambio en altura, con el triunfo de la reina rusa Marya Lasitskene, que ganó sin forzar (1,97 m), con la mejor marca del año.