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Con la obligación de ganar para evitar la barrida en casa, LeBron James y los Cleveland Cavaliers intentarán frenar esta noche a Kevin Durant, Stephen Curry y los Golden State Warriors en el cuarto juego de la serie final de la NBA.
James y Durant han dejado la piel en los tres juegos disputados desde la semana pasada en la cuarta final consecutiva de los dos equipos que han monopolizado el trofeo desde 2015, pero la principal pregunta planteada por ahora es si James podrá frenar la ofensiva de Durant.
Golden tiene la tranquilidad de una abultada ventaja de 3-0 y cuatro cuartos más cerca del que sería su 6° anillo en la NBA, mientras que los Cavs tienen puesta toda su fe en la resistencia y determinación de James para una eventual remontada. La superestrella de Cleveland no la tendrá fácil ante el que de ha convertido en uno de sus más duros rivales en la cancha: Durant, de 29 años, que en el juego del miércoles realzó la confianza de los dirigidos por Steve Kerr y tuvo 43 puntos, 13 rebotes y siete asistencias.
El propio James reconoció que el principal impedimento para superar a Golden State fue Durant: “Él es uno de los mejores jugadores con los que me he enfrentado en la vida”, dijo en rueda de prensa The King, quien tuvo como mayor rival durante años a Paul Pierce.
James y Durant se han enfrentado con cada uno de sus actuales equipos 12 veces desde 2016, cuando el segundo llegó a los Warriors. Ambos han promediado 32 puntos en esos encuentros y han sido vitales en momentos definitivos como el de esta noche.
“Me gusta la forma como está atacando, no está esperando, va a la ofensiva en el mismo momento en el que agarra la pelota y eso es arrasador”, destacó Kerr sobre la actuación de Durant al término del encuentro que acabó 110-102 a favor de los Warriors, vigentes campeones, sellando el 3-0.
Los de Cleveland tienen una esperanza que ronda la cabeza de los Warriors y que sin duda la carga James en los hombros. El antecedente de lo sucedido en 2016, esa épica remontada después de un 3-1 en contra es una gran amenaza. “Vamos a seguir trabajando y vamos a tratar de hacer un mejor juego. Tenemos que corregir los errores del último partido y solo quiero ser mejor, mantener la agresividad sin pensar lo que ellos puedan hacer”, dijo Durant, quien estuvo fuera en varios encuentros de la temporada regular por una lesión en las costillas.
Los dos equipos pasaron por 82 partidos en la serie regular, más 18 juegos de playoffs para Cleveland y 17 para Golden State Warriors. A la ventaja de 3-0 y el triple match-point, los Warriors le suman el desgaste que ha tenido James en los últimos encuentros (en varios de ellos jugó los 48 minutos) y la experiencia de ser una de las siete franquicias que han logrado definir con 4-0 una final.
