* Después de un primer tiempo auspicioso, el equipo de Santa Marta volvió a su irregularidad y corroborado con la expulsión de Hinojosa, al final terminó con el amargo sabor de un empate.
REDACCIÓN
Unión Magdalena nada que responde en su feudo y ya resulta inaudito que en 8 meses no pone a celebrar a sus hinchas con una victoria en el Sierra Nevada. Este jueves se volvió a complicar, con un doloroso empate que sin duda traumó considerablemente la ilusión de todo aquel que lo acompañó desde las gradas.
Tras un desarrollo competitivo favorable en el primer tiempo, incluso con la celebración de una anotación de categoría, concretada por Ricardo Márquez en el minuto 10, Unión suscitaba una gran expectativa para pensar que podía ser un partido distinto a lo que tradicionalmente viene haciendo en su predio.
Dominio del útil, transiciones rápidas de defensa a ataque y un Jannenson Sarmiento que temporizaba para desesperar a Pasto, hicieron que en su momento se viviera una gran fiesta en el máximo escenario de los samarios. En total fueron tres opciones de gran corte técnico, que de no ser por las intervenciones del arquero Diego Martínez hubiesen significado el aumento del marcador.
LLEGÓ LA HORRIBLE NOCHE
Para el complemento todo cambió. El técnico Carlos Silva debió evaluar los niveles técnicos individuales de sus dirigidos y era casi un hecho que, en ese proceso, debía ser excluido Roberto Hinojosa, siendo el jugador más irregular de acuerdo con lo mostrado en el primer periodo.
El cansancio empezó a hacer mella en la estructura bananera; y de ahí aparecieron las acciones fuertes de ambos bandos, siendo la más resonantes en Roberto Hinojosa, quien de manera irresponsable agrede a Jaramillo en la disputa de un balón, y habiendo tenido amarilla desde el primer tiempo, el árbitro Jairo Mayorga no dudó en colocarle la tarjeta roja.
Después del difícil episodio, a Unión se le vino la noche. Pasto adelantó las líneas y fue así como a falta de 4 minutos para acabarse la contienda, apareció un cabezazo de Yoshan Valoy para igualar las acciones y de una poner triste a los aficionados bananeros.
Un empate que sin lugar a duda incrementa la crisis de resultados en el equipo magdalenense, sobre todo en su patio, y lo que es peor con rivales que aparentemente son asequibles para intentar salir del atolladero en el que se encuentra, con el bendito descenso de categoría, que cada vez se ve más cerca.