*A dos días del cumpleaños de Santa Marta, Unión Magdalena decepciona y muestra su peor cara perdiendo 0-2 con el DIM.
REDACCIÓN
Unión Magdalena perdió hasta la vergüenza. Ni como regalo a la ciudad que lo acoge, el equipo logra salir del abismo en el que se encuentra.
Un cumpleaños de Santa Marta que parece no importarle a jugadores, cuerpo técnico, ni muchos menos a Eduardo Dávila (dueño del club), que seguramente debe saber que la conformación nominal del segundo semestre es igual de desastrosa a la del primer semestre.
Y es que este domingo en el Sierra Nevada fue más de lo mismo. Un equipo sin criterio, sin cuotas individuales que hagan pensar en un cambio, y lo que es peor totalmente inoperante ante las ventajas que hoy le dió Medellín de quedar con un hombre menos en el 70% de las acciones.
Es tanta la decepción que tiene la hinchada samaria que muchos de ellos no salieron con rabia del escenario ubicado en el sector de Bureche, sino con una risa irónica y sentenciosa para no regresar más, ante el adefecio de equipo que le montaron este año a la ciudad.
«El panorama es terrible, Unión cada vez se hunde más, quién sabe cuándo vuelva», acotó un hincha a un medio radial, a la salida del Sierra Nevada.
Es una pena que una tierra futbolera como Santa Marta y el Magdalena tenga que soportar no sólo la mediocridad de plantel que se ha instaurado, sino la pasividad de una dirigencia que luce lenta en la toma de decisiones, máxime cuando al frente hay un entrenador conformista, gana sueldo y que poco le importa la imagen de la ciudad.
