La tercera semana del Tour, la decisiva, con duras etapas de Pirineos y una contrarreloj individual de 31 kilómetros el sábado, constituye la última esperanza para batir al hasta ahora intratable Sky.
Si en el pasado, el Sky había siempre tenido claro que el aspirante a la victoria era Chris Froome, que ya ha ganado cuatro Tour de Francia, en esta ocasión llegan con dos pretendientes, ya que se ha sumado el galés Geraint Thomas.
Thomas, ganador el jueves en Alpe D’Huez, llega ante la sorpresa general, a sus 32 años, con una ventaja de 1 minuto y 39 segundos sobre su compañero Froome.
En la última semana destaca la etapa del miércoles, de apenas 65 km, que todos colocan como decisiva, con una subida de 16,5 km a Saint Lary Soulan, a 2.215 metros de altitud, llamado el nuevo Tourmalet, con una pendiente de media de 8,7%.
Después llega el sábado una contrarreloj individual de 31 km, en la que el holandés Tom Dumoulin (Sunweb), tercero a 1:50 de Thomas, puede jugar su última baza si sobrevive a los Pirineos.
Más lejos están el esloveno Primoz Roglic (a 2.38), el francés Romain Bardet (a 3:21) y las dos cartas del equipo Movistar, el español Mikel Landa (sexto a 3:42) y el colombiano Nairo Quintana (octavo a 4:23).
Bernal, gregario de lujo
Parece difícil desbancar a los dos hombres del Sky, que cuentan con un gregario de lujo, el joven colombiano Egan Bernal, de 21 años.
En el Sky están satisfechos con tener dos opciones de victoria, e incluso Froome afirma generoso que no le importaría ceder el triunfo a Thomas.
“Desde el momento en que haya un ciclista del Sky en lo alto del podio en París, soy feliz”, dijo Froome este lunes, en la jornada de descanso del Tour.
Sin embargo, en el Movistar, no están tan seguros de que ese aparente buen entendimiento entre Thomas y Froome pueda mantenerse hasta el final.
“Ha habido calma entre los dos (hasta ahora), pero seguramente los dos tienen ambición. Para Thomas sería el primer Tour ganado y para Froome el quinto. Antes o después saldrá el ego y la ambición de cada uno”, afirma Mikel Landa, que estuvo en el Sky hasta la pasada temporada.
El hecho de que Froome haya disputado y ganado el Giro de Italia este año, puede pasar factura en cuanto a fatiga en el británico, como ocurrió el año pasado con Nairo Quintana, que terminó en duodécima posición.
Cansancio por el Tour
Lo mismo ocurre con Dumoulin, que también corrió el Giro este año.
“El Tour es una prueba muy dura. Es humano tener jornadas en que uno está menos bien, pero por el momento no han mostrado ningún signo de debilidad”, afirmó Bardet este lunes.
En el Sky existe la tranquilidad de su solidez en la segunda semana en los Alpes pese a que se quedaron el domingo sin uno de sus ciclistas, el polivalente italiano Gianni Moscon, excluido por un gesto antideportivo.
Solo deben aguantar las tres etapas pirenaicas, martes, miércoles y viernes, ya que tanto Froome como Thomas son buenos contrarrelojistas y no deberían temer la crono del sábado.
Movistar, el otro equipo fuerte del Tour, llega más lejos de lo previsto a los Pirineos.
La táctica de venir al Tour con tres líderes, Landa, Quintana y Alejandro Valverde, que ocupan la sexta, octava y undécima posiciones, no parece haber salido tan bien como esperaban.
Pero confían en la última semana, basándose en que históricamente es la que mejor resultados les ha dado.
“Estamos lejos pero esta carrera es de tres semanas. Siempre nos ha ido mejor en la última y estamos con esa confianza y esperanza”, afirmó Landa.
“La fortaleza es el convencimiento de que tenemos la tercera semana, que mirando el histórico, en ella siempre vamos bien, vamos mejor”, repitió Quintana.
Parece difícil desbancar al Sky, y Alejandro Valverde dejó entrever que sería bueno una alianza del Movistar con otros equipos.
Pero hasta ahora Thomas y Froome han sido los más fuertes y aparecen como las máximos candidatos a la victoria.