México vive en Rusia un momento crucial pese a los buenos resultados contra Alemania y Corea del Sur. Con seis puntos, el equipo de Juan Carlos Osorio se juega el pase a octavos de final ante Suecia, requiere empatar o ganar para no romper una racha positiva en Copas del Mundo.
El Mundial de Argentina en 1978 registró la última ocasión que la Selección Mexicana quedó eliminada en la fase de grupos. Desde entonces, solo cuando fue anfitriona de la competencia en 1986 consiguió avanzar hasta los cuartos final, el resto se despidió en octavos.
Tras alcanzar los cuartos en su participación anterior (México 70) y una eliminatoria positiva, las expectativas generadas por el representativo eran altas. Sin embargo, en Argentina protagonizaron un fracaso inesperado, guiados por el técnico José Antonio Roca.
“Le ganamos a Túnez, empatamos con Polonia y que Alemania no nos gane por goleada”, era el pronóstico. Los planes fallaron. Ahí estuvieron Hugo Sánchez, Leonardo Cuellar, Alfredo Tena y ninguno pudo marcar diferencia.
México debutó con derrota histórica ante Túnez: 3-1, recibió seis goles de Alemania Federal y Polonia cerró con un 3-1. No solo perdieron los tres encuentros, fueron exhibidos y quedó en la historia como la peor participación en Mundiales.
El panorama es distinto en 2018, la Selección ha cumplido con su deber: ganar. El grupo se ha complicado más de lo esperado y una eliminación con tal puntaje sentaría un precedente.