* Y es que la actuación del árbitro estadounidense dejó mucho que desear, hasta el punto que hizo irritar a jugadores, que a través de los años han estado tabulados como auténticos caballeros dentro y fuera de los escenarios. /FOTO AFP.
Terrible, poco ético y otra prueba diciente de las barbaridades que aún pulula en la FIFA. En el 2014, Colombia terminó siendo víctima de las malas decisiones arbitrales del español Carlos Velasco Carballo, y por ende el conjunto cafetero terminó eliminado del Mundial que se desarrolló en Brasil; sin embargo cuatro años más tarde; en otra edición del evento más esperado del fútbol, pero esta vez en Rusia, el protagonista perverso terminó siendo el árbitro estadounidense Mark Geiger, quien sin pena alguna influyó para que Inglaterra accediera a cuartos de final de la cita orbital, quitándole ritmo con continuos silbatos a Colombia, y lo que es peor legitimando una pena máxima inexistente, que dejó perplejo a conocedores de este deporte, y sin palabras alentadoras a los más de 30 mil espectadores colombianos que se dieron cita en el estadio Spartak.
Y es que la actuación del estadounidense dejó mucho que desear, hasta el punto que hizo irritar a jugadores, que a través de los años han estado tabulados como auténticos caballeros dentro y fuera de los escenarios. Un caso palpable y que se ciñe al hecho lo evidenció el samario Radamel Falcao García, quien cansado de tanto atropello le reclamó en varias ocasiones, encontrando como respuesta una actitud más soberbia y sin valores por parte del colegiado.
El mismo atacante del Mónaco y capitán de la Selección Colombia se hizo sentir. En declaraciones posteriores a los medios, Falcao fue muy crítico con el arbitraje del estadounidense Mark Geiger.
“Me pareció particular que pongan un árbitro estadounidense que había sido suspendido. Eso generó muchas dudas. También que solo hablara el idioma inglés, había cierta parcialidad”, dijo.
“A través de pequeñas faltas nos iba metiendo en nuestro arco. Estuvo claro que ante la duda siempre cobró para Inglaterra, esto es una vergüenza”, dijo ‘El Tigre’.
A JUSTIFICAR EL VIAJE
Si bien es cierto ya el daño es irreparable, se espera que los ‘fantásticos’ dirigentes de nuestro fútbol justifiquen el viaje y las comodidades que poseen, haciéndose sentir ante las autoridades competentes. Dejando un lado el amiguismo, y pensando más en la honra y el respeto a un trabajo realizado, que por demás también representa el esfuerzo que han tenido miles de hinchas no sólo en Rusia, sino en las propias Eliminatorias para contribuir al bienestar del combinado.
Dos errores consecutivos no pueden pasar de agache, perjudicando no sólo a una Selección, sino a más de 50 millones de colombianos que sembraron su esperanza en que la ‘Tricolor’ superara lo hecho en suelo brasileño.
