* Pese al difícil momento que atraviesa en la actualidad; el cuadro bananero es valorado a lo largo y ancho del país, por ser forjador de grandes figuras del balompié nacional. /Opinión.
REDACCIÓN
Unión Magdalena hace parte de los equipos fundadores del fútbol colombiano; y de grandes recordaciones para aquellos que han trabajado inconmensurablemente por el fortalecimiento de la imagen del Rentado; a través de esos históricos que pasaron por la divisa bananera, y dejaron una huella imborrable gracias a la mística y el respeto hacia unos colores (azul y rojo), propios del departamento.
Su época brillante hacia los años 50 y 60; enmarcada con su único título en 1968 sin lugar a dudas está en el alma de ese seguidor de antaño, que valoraba el fútbol desde sus raíces. Las entonces polvorientas calles del barrio Pescaíto se convirtieron en ese nido de talentos, que afloró por el esfuerzo de muchos, que, sin hacerse acreedor a grandes dividendos, se entregaron con pasión hacia la construcción de una divisa que representara esta importante región del caribe colombiano.
Ese año glorioso del 68 fue la graduación de muchos, que iniciaron con aquel Deportivo Samario en los años 50, en donde jugadores como los húngaros Julio Szengeller y Georg Hanke se dieron con gallardía; y abiertos a ser explorados por esos magdalenenses sedientos de copiar lo mejor; para entrar a competir con valentía en un certamen que tenía mucha predilección para los equipos del interior del país.
Una leyenda viviente, y que está en el corazón de los hinchas: Raúl Peñaranda.
Ese año 1968 sigue siendo el más valorado; y no sólo por la enjundia de jugadores como: Pablo Huguett, Manuel Manjarrés, Líder Toledo, Pedro Vásquez, Orlando Hernández, Raúl Peñaranda, Ramón Rodríguez, Aurelio Palacios y Jaime Deluque entre otros; sino por constituirse en el primer club costeño en representar al país en un certamen internacional, como la Copa Libertadores.
INVITACIÓN A MEJORAR
Esos años de ensueño; representados en una rica historia, y en donde también figuraron profesionales excelsos como Alfredo Arango, Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, Didi Valderrama y Alberto Gamero entre otros; deben ser un elemento de valía para que las nuevas generaciones aprendan a respetar la camiseta; mediante la consecución de nuevos logros y sobre todo con un mayor compromiso en el terreno de juego.
El afianzar la institucionalidad, con una dirigencia sin sometimientos, y con una postura propositiva que haga también cumplir los reglamentos; y que no existan preferencias ante aquellos que creen que por vestir una camiseta o por tener una buena tarde en una de las fechas del Rentado, vayan en contra y con posiciones desafiantes para con la afición.
David Ferreira, el último gran ídolo del Unión Magdalena. Jamás debió salir de la institución, cuando oficiaba como Asistente Técnico en el 2022, y fue el artífice de la permanencia en la A para el 2023.
En la actualidad el plantel bananero no goza de buena salud: en ‘su frente’ tiene marcado el descenso de cara al 2024; con un técnico que se apega al cariño irrestricto que le tuvo Eduardo Dávila a su padre (Perfecto Rodríguez) y por ende la muy demarcada consideración que le tiene para no botarlo de la institución, después de trasegar hasta hoy por un semestre desastroso.
Hoy su casa es el Sierra Nevada; un escenario nuevo, pero con serias limitantes sobre todo para su desplazamiento; sin embargo, es importante que el club samario no le de la ‘espalda’ a sus orígenes; demarcando siempre ese sentido de pertenencia; e impulsara la refacción del ‘querido’, pero olvidado estadio Eduardo Santos, ese mismo que lo vio coronarse y sobre todo darle al mundo sus grandes activos, y lo mejor, su excelso nombre.
