AFP.- De la acusaciones de “ladrón” y “mentiroso” de Serena Williams a la amonestación del juez, pasando por la polémica, los abucheos del público de Nueva York y el triunfo con lágrimas y cara de circunstancias de la joven Naomi Osaka, primera japonesa en conquistar un Grand Slam este sábado, la final del Abierto de Estados Unidos fue para la historia.
Frustrada por el pujante tenis de su oponente y una decisión arbitral que luego calificaría de “sexista”, Williams increpó al juez de silla, rompió una raqueta, fue penalizada con la pérdida del antepenúltimo juego, y acabó perdiendo para conformándose con un segundo lugar que le impidió igualar el récord de 24 Grand Slams de la australiana Margaret Court.
Osaka, de 20 años, pasó por encima de su rival por 6-2, 6-4 en apenas una hora y 20 minutos en un encuentro en el que la estadounidense y favorita se fue descentrando progresivamente: Williams empezó recibiendo una amonestación en el segundo juego del segundo set por recibir órdenes de su entrenador, y fue penalizada con un juego tras el séptimo, al llamar “ladrón” al árbitro portugués Carlos Ramos.
“No hago trampas para ganar, prefiero perder”, le dijo primero Serena al juez de silla, luego de ser advertida cuando cedía 15-40 en el segundo “game” del segundo set por unas señas de su técnico, el francés Patrick Mouratoglou.