Tres mundiales seguidos eliminados por europeos, ya sea en los cuartos o semifinales. Brasil carga amargos recuerdos de sus rivales de Europa, incluyendo el más reciente y doloroso: la humillante eliminación por goleada en casa ante Alemania.
Después de ganar su quinto título en Corea del Sur-Japón, la Verdeamarela fue eliminada en cuartos por Francia en 2006, corrió igual suerte cuatro años después en Sudáfrica al caer en la misma instancia frente a Holanda, y después sufrió la paliza 7-1 en su propia casa contra la Mannschaft, que terminaría ganando el torneo.
Pero esta selección de Tite es muy distinta a las de los últimos tiempos. Juega a la europea, pero sin renunciar al jogo bonito.
Si Brasil y Neymar quieren seguir la ruta a su sexto campeonato tendrán entonces que vencer un nuevo obstáculo europeo en cuartos de final el viernes en Kazán: Bélgica, la más contundente en ataque en lo que va del Mundial de Rusia.
“El poder creativo de Bélgica es muy fuerte, la calidad. Va a ser un gran juego”, vaticinó Tite, durante la conferencia de prensa ofrecida el jueves. “Son dos equipos que priman por un fútbol bonito, cada uno con sus características. Bélgica tiene valores individuales de calidad, un gran técnico, una gran campaña. Va a ser un gran juego”.
Tite confirmó el retorno del lateral izquierdo Marcelo, recuperado de una espasmo en la columna. Aseveró que había hablado con Filipe Luis sobre el cambio.
Los antecedentes de Brasil ante los Diablos Rojos están del lado de la Canarinha. Es más, el conjunto europeo tiene una pobre foja en sus duelos frente a rivales sudamericanos en copas del mundo, ante los cuales perdió tres de sus cuatro últimos choques. Los belgas tampoco llegaron a marcar ningún gol en esos partidos.
La última vez que se cruzaron brasileños y belgas fue en el Mundial 2002, en que un equipo encabezado por Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho le ganó al conjunto europeo por 2-0, para posteriormente seguir allanando el camino a su pentacampeonato.
Pero a partir de allí Europa se encargó de mandar a casa a Brasil.
Hay varios factores que hacen el duelo del viernes bastante llamativo e impredecible.
Brasil se mide a la que se considera la mejor generación en el fútbol belga en su historia y que está hambrienta de dar el gran golpe en Rusia, después de haberse quedado corta hace cuatro años, al caer 1-0 frente a Argentina en los cuartos de final.
Es la selección que más goles ha marcado en lo va del torneo (12) y que llega a los cuartos después de su extraordinaria remontada para vencer a Japón 3-2 en los octavos.
“Tal vez este es el tipo de partido que necesitamos para el futuro”, destacó el astro belga Eden Hazard.
Sin embargo, los europeos se las verán con un Brasil que solo ha encajado un gol en cuatro partidos, y que cuenta con un Neymar ansioso por seguir en los reflectores hasta el final con sus fintas, goles y con un poco o mucho de teatro en la cancha. En efecto, Brasil respira aliviado porque hace cuatro años no pudo contar para el choque contra los alemanes con la presencia del astro del Paris Saint Germain a raíz de una lesión en la espalda.
El timonel de Bélgica Roberto Martínez sabe que la historia no está de su lado y que Brasil sube como la espuma, pero considera que es el partido que todos querrían jugar.
“Creo que es un juego que cuando eres un niño pequeño, sueñas con estar involucrado en un Mundial: enfrentar a Brasil en cuartos de final”, destacó. “Por lo que desde nuestro punto de vista vamos a disfrutar desde el primer segundo”.
Brasil tendrá una baja importante en la zona medular con la ausencia de Casemiro por acumulación de tarjetas amarillas. Tite confirmó que el jugador del Real Madrid, quien ha proporcionado un escudo fuerte frente a la defensa brasileña, será sustituido por el centrocampista del Manchester City, Fernandinho, quien suele hacer una labor similar.
El defensa central Miranda, quien será el capitán, reconoció que Bélgica presenta armas peligrosas, no sólo en los botines de Romelu Lukaku.
“Bélgica no es sólo Lukaku. Es un gran atacante, pero necesitamos estar atentos a todos”, advirtió.
El ganador de este partido se medirá contra el vencedor del choque Francia-Uruguay en San Petersburgo el martes por las semifinales.