*La onceava estrella tiburona llegó con mucha fe en Dios y respondiéndole a los escépticos con un fútbol categórico, poco revanchista y que hoy reconoce por lo menos una cuarta parte del país.

Junior de Barranquilla logró alzarse este martes con su título número 11 en la historia del fútbol profesional colombiano, luego de vencer 1-0 al Deportes Tolima ante un estadio Murillo Toro abarrotado.
Los dirigidos por Alfredo Arias no se conformaron con llegar a Ibagué con 3 goles a favor, sino se adentraron a demostrar que el nuevo título debía lograrse con un fútbol propositivo y sin marrullería.
Un 4-0 global que genera cualquier cantidad de sensaciones; pero muchas de ellas con un marco grande de esperanza y alegría para una región que merecía tan anhelado reconocimiento.
Y es que Junior es más que Barranquilla ya que no hay rincón del caribe colombiano que no tenga ese grupo de simpatizantes rojiblancos, que sin dudarlo sacaron hoy sus motos y al son de muchos pitos, reflejar su emoción por el cierre de año que le ha regalado su equipo amado.
Desde el minuto 1, ‘El Tiburón’ instauró una loable estrategia, que le funcionó casi que a la perfección. Sin abrirse tanto como en Barranquilla, los rojiblancos supieron explotar las bondades técnicas de Jimmy Chará y la sagacidad y velocidad en el frente de ataque de José Enamorado.
Y es que fue el soledeño, quien nuevamente mortificó a los tolimenses con su joya de gol y su picardía hasta para redoblar esfuerzos, incluso hasta cuando Junior sufrió la expulsión del paraguayo Guillermo Paiva. Pese a esa calamidad, el plantel currambero no se vio disminuido en su estructura y mucho menos en su objetivo, campeonar.
Los de Lucas González intentaron por todos los medios vulnerar la resistencia del uruguayo Silveira; pero la aplicación táctica de Junior, unido también a la vehemencia y concentración de hombres como Jermein Peña, Didier Moreno y Lucas Monzón le dieron esa tranquilidad y proyección para pensar que se venía algo grande.
Sin lugar a duda, un título a puro corazón y que celebra la región caribe como propio. Esta vez no hubo grandes tensiones, ni comidas de uñas, y es obvio: cuando se tiene divisas tan fielmente conformadas y con entrenadores de buena lectura de juego, se puede estar tranquilo ya que hay más probabilidades de lograr el éxito que de fracasar; eso lo supo hacer Junior en el 2025, por eso fue justo campeón.
