*De la mano del entrenador antioqueño Álvaro Hernández, el cuadro felino de Córdoba logró ascender de manera anticipada a la primera división del fútbol colombiano.
REDACCIÓN
¡A todo señor, todo honor! Jaguares de Córdoba se concientizó en ascender con propiedad a la primera división del fútbol nacional y este martes lo consiguió por la vía de la reclasificación.
Y es que el sistema de ascenso en Colombia establece que el campeón del primer semestre que figure entre los dos primeros de la reclasificación obtiene el ascenso directo.
Durante el 2025, el conjunto cordobés fue ‘amo y señor de las acciones’; no se cansó de liderar la tabla en el primer semestre, sino que compenetró a su colectivo y con enjundia logró lo soñado; instalarse de nuevo en la ‘A’ para el 2026.
Al frente de ese gran logro estuvo Álvaro Hernández, quien después de orientar con gallardía e inteligencia al Unión Magdalena en el primer semestre del 2024; no se amilanó por su salida tempranera e injusta, sino que de inmediato empezó a ceñirse a nuevos objetivos y acercarse al éxito gracias a sus loables condiciones como entrenador, ponderando además su buen manejo de grupo.

Cabe anotar, que Hernández con su significativa lectura de juego y conocimiento de los valores magdalenenses acudió a tres nombres para tratar de fortalecer la estructura felina: Andrés Escobar (extremo por izquierda), Jhonatan Lobera (defensa) y Ronaldo Lora Ballestas (defensa).
HISTORIA DE JAGUARES EN LA PRIMERA DIVISIÓN
El bagaje de Jaguares en la máxima categoría del fútbol profesional colombiano ha sido muy voluble. El club cordobés, fundado el 5 de diciembre de 2012 y debutando en la Categoría Primera B en 2013, logró el ascenso a la Categoría Primera A al ganar el primer semestre de 2014 y vencer en la final de ascenso al Deportes Quindío por un global de 3-2. Desde el semestre 2015 comenzó su recorrido en la élite.
Durante su estancia en la Primera A, Jaguares se ha caracterizado por ser un equipo que, salvo excepciones, ha luchado más por la permanencia que por los primeros lugares. En varios torneos evitó el descenso por márgenes estrechos y vivió temporadas con mucho nervio en la parte baja de la tabla de promedios.
No obstante, también hubo momentos de cierta tranquilidad: por ejemplo, en 2016 y 2018 consiguió holguras con respecto al descenso que le permitieron respirar algo más tranquilos.
Su descenso en el 2024 dolió mucho en su afición; pero su directiva no se quedó quieta, sino que empezaron a trabajar fuerte para volver a meterlo en la ‘A’ y sí que lo consiguieron en el 2025.
